viernes, 10 de febrero de 2012



Visita relámpago a Sevilla

Nuestra visita a Sevilla ha sido sin programar, queríamos salir sin pensarlo dos veces, gracias al regalo de mi hija, nos enrumbamos a la estación de buses en Méndez Alvaro, ya ella había hecho la compra de los billetes la ida y vuelta a unos 38 € y la compra también del bus turístico también lo teníamos.  Así a las 23.59 en punto salió el autocar Cecibus a Sevilla, teníamos previsto llegar a las 6.10 a.m. y así fue, el viaje sin mayor problema tranquilo, escuchando música, pero sin dormir.



Estación de Metro Mendez Alvaro

Al llegar si que hacía frio, urgente a buscar un bar para calentarnos, con un chocolate caliente y unos churros, así lo hicimos, pero no amanecía, ya teníamos ganas de conocer Sevilla, pero tuvimos nuevamente que refugiarnos en otro restaurante a tomar una manzanilla por frio, menudas tasas nos pusieron, como en los pueblos de medio litro creo.





Esperando que sean las 10 de la mañana, congeladas de frío esperamos el Bus turístico, tomamos la ruta de Sevilla y Triana.  Pudimos ver la Torre del Oro en la misma parada y junto al río Guadalquivir,  La Plaza de Toros la Maestranza, muy blanquita y pequeña, pensé que era mas grande, afuera tiene la escultura del Torero Curro Jiménez, cerca de ahí un Bar acogedor con una atención familiar, alegres y siempre con su gracia sevillana característica.
















Luego de la vuelta que nos dió el bus, hicimos una parte a pie, La Catedral de Sevilla con la Giralda, majestuosa, grande, con unos detalles de arquitectura impresionante, por dentro tiene varios pasadizos y obras de arte, cuarto del tesoro con crucifijos, copón, luego paredes decoradas y los techos altos, se sube 35 pasadizos en rampa, fáciles de subir la verdad, al final hay unas campanas que repican en toda la ciudad, desde donde se puede apreciar todo Sevilla, muy grande y bonita. Tiene también un huerto de plantas de naranjas.  Además de todo Sevilla tiene toda la ciudad llena de plantas de naranjas que dicen que no las comen porque son agrias.






























































Luego de comer, conocimos Triana, cruzando el puente del mismo nombre, una ciudad también acogedora, con encanto, buscamos el bar de los Morancos pero no lo encontramos, olvidaba el rio es navegable, con unos barcos turísticos y también allí vienen a practica el piragüismo británicos, franceses y alemanes.


















Luego pudimos ver la Cartuja, lugar de alfareros y también fue un monasterío, no pudimos verlo de cerca,  el lugar donde fué la Expo Sevilla 1992, vimos que la duquesa de Alba tiene su propio parque, pequeño pero bueno. Luego a las 6 pm. de la tarde salía nuestro autocar de vuelta, así que reventadas pero contentas, sin poder dar un paso mas, volvimos a los Madriles.  El autocar hace una parada para ir a al baño en Córdoba.  






































Llegamos a las 12.10 de la madrugada, pero felices.

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